jueves, 31 de diciembre de 2009

Una nueva vida

Me desperté y alargué mi brazo hasta el interruptor de la luz, algo cambiaba, el interruptor ya no estaba. Abrí los ojos y recordé la mudanza, todo había sido largo e intenso mi vida había cambiado por completo.
Me dirigí a la cocina, era pequeña, mucho más que la de mi casa antigua y me preparé el desayuno. Una deliciosa tostada con mermelada y un vaso de zumo de naranja. Miré la hora, las 9:17, tenía que estar allí a la hora de comer, tenía que darme prisa si quería llegar a tiempo.
Mi Madre se levantó y me dió un beso en la mejilla, sus ojos estaban rojos y su cara pálida, ahora comprendía como se siente una persona despues de lo ocurrido.
Me dirigí al baño para darme un baño, me tumbé en la bañera y estaba relajado todo estaba bien. Comencé a recordar lo sucedido:

Estabamos en el coche, dirigiéndonos al centro comercial, de repente un coche se cruzó y el coche salió del arcén. En ese momento solo se me pasó por la cabeza no perder la vida y que todo pasara rápido, muy rápido.
De repente desperté en una sala blanca, comprendí que estaba en un hospital, a mi izquierda se situaba una señora anciana con quemaduras visibles en su rostro, a mi derecha una ventana enorme, entonces una enfermera entró en mi habitación y me comunicó que mi padre había fallecido en el accidente. Mi madre estaba con heridas leves y yo había perdido la sensibilidad de mis piernas termporalmente. La enfermera me trajo un vaso de agua y me dijo que iba a estar aqui durante dos semanas, le pregunté a la enfermera que quien era la mujer que estaba a la izquierda de mi cama, la mujer me explico agradablemente que era la persona que perdió el control del volante y colisionó con nuestro coche.
Mi cabeza comenzó a dar vueltas, me comencé a marear, se me pasaron por mi cabeza cosas terribles, me parecía injusto que esa mujer estubiera viva y que mi padre estubiera muerto por su culpa, comencé a llorar y el tiempo pasaba lento.

Al día siguiente me llevaron a una sala de orientacion, donde un hombre serio me intentó orientar, e intento que la muerte de mi padre no me perjudicara demasiado mentalmente. No abrí la boca, le pedí al señor que me dejara marchar y me dejó sin problemas, me fui con mi silla de ruedas de nuevo a mi dormitorio, no me apetecía hablar con nadie, quería de nuevo que el tiempo pasara rápido ya que mi vida había cambiado. A mi madre no le iba bien en su trabajo, con un sueldo de trescientos setenta euros no era suficiente para vivir. Ese mismo día vino un hombre a mi habitacion, un hombre con corbata, me pidió que firmara algo. le pregunté por que, me dijo que simplemente tenía que firmar, era algo que tenía que ver con mi padre. Firmé sin rechistar, el hombre se fue y me dejo una bolsa con una caja dentro, inmediatamente la abrí y comprobé que dentro había un papel, una carta, era de mi padre.
Estaba escrito en el año dos mil seis, mi padre explicaba que tarde o temprano iba a morir ya que tenia cancer de hígado.
Tarde o temprano mi padre iba a morir, pero hubiera preferido que hubiera sido por causa de su enfermedad y no por un accidente.

Dos semanas más tarde me dieron el alta, ya no tenía que estar en esa maldita silla de ruedas ni en esa habitación con olor a comida y con ruido de los coches al pasar. Nada mas salir de allí encontré a mi madre, parecía otra persona pero se alegró al verme. Nos fuimos a casa, pero antes pregunté por mi compañera de habitación, la mujer mejoraba notablemente y que no único que decía todos los días era que se arrepentía de lo sucedido, que lo sentía mucho. Llegamos a casa ninguno de los dos abrío la boca y le pregunté a mi madre que iba a pasar ahora.

Por la tarde acompañé a mi madre al medico, la recetaron pastillas y que dejara de trabajar. Finalmente le concedieron una baja por depresión.
Yo contibuaba estudiando, tenía 24 años, estaba apunto de finalizar mi carrera como fotógrafo y por las tardes ayudaba a mi madre a llevar nuestras cosas a esa nueva casa, más pequeña y con menos dinero a pagar, ya que con el sueldo de mi madre, no podíamos pagar el alquiler de la casa.

* * *

Me terminé de bañar y volví a pensar en todo lo ocurrido, salí del baño y fui a mi nuevo y pequeño cuarto donde me vestí, mi madre esperaba impaciente en la entrada, cogimos ese gran jarrón donde se encontraban las cenizas de mi padre y nos fuimos a la iglesia del pueblo natal de mi padre. Mi madre tenía miedo de que cogiera de nuevo el coche. Mi pequeño wolsvagen polo, que aún estabamos pagando y que con tanto cariño me compraron.
Finalmente llegamos allí, la misa fue corta, los vecinos del pueblo se enteraron de lo sucedido y mi madre me pidió que nos fuéramos, Ahora mi padre descansaría en paz.
En casa hablé con mi madre sobre su enfermedad y me explicó que duraría con vida poco más de un año y que tenían previsto hacer un viaje a Praga cuanto antes.

Fueron pasando los meses y se acercaba junio. Los resultados de mi carrera habían sido positivos y sobresalientes, ahora era el momento de encontrar una empresa donde quisieran a un fotógrafo sin experiencia, pero con mucho talento, o por lo menos eso decía el profesor de la universidad.

Ese mismo día llegó una carta a casa exigiendo un ligero aumento en el alquiler de la casa, era demasiado, bajé a hablar con el casero y no hubo forma de llegar a un acuerdo, el necesitaba el dinero para vivir, al igual que nosotros, comprendí a ese hombre.
Dos días despues llegó un correo electronico proponiendo un puesto de trabajo en el bufete de una empresa de madrid. Acepté sin pensarlo.
Se lo comuniqué a mi madre y lloró de felicidad. Por fin podríamos vivir de una forma más tranquila.
Al dia siguiente me vestí con mi mejor traje, me llegaron mensjes a mi teléfono móvil deseándome suerte. Llegué puntual al bufete y tuve que ir al retiro a sacar 70 fotografías. Mi jefe quedó impresionado y me hizo un contrato fijo, cobraría 1300 euros mensualmente.

Mi vida no podía ir mejor, encontré a una chica con la comencé a tener una relación, ella me ayudó mucho, y al cabo de ocho meses me decidí a vivir con ella, por un momento me sentí egoista ya que iba a dejar sola a mi madre, había pasado poco tiempo desde la muerte de mi padre, pero ella me pidió agradablemente que me fuera, que quería rehacer su vida ella sola y que se sentía con fuerzas para ello.
Lucía y yo nos fuimos a vivir juntos y todo iba de maravilla, los meses pasaban e íbamos formando una pareja estable.
Un día al volver de trabajar Lucía me comunicó que estaba embarazada, la felicidad era lo único que se pasaba por mi cabeza. Poco tiempo despues supimos que íbamos a tener dos niñas.
9 meses después cogí mi nuevo coche, y me dirigí a casa,faltaba poco para el nacimiento de mis gemelas, un hombre dió un golpe a la ventanilla y me pidió que la bajase, le pregunté que quería y me enseño una pequeña pistola, bajé la ventana sin pensarlo, me mando salir del coche, cogí mi cámara y mi maleta y salí el hombre me dijo que le diera la llave del coche y que me dejaría ir, intente hacerle razonar pero no hubo manera, ademas de que llevaba su rostro tapado con una palestina, no supe quien era, me acerqué a él y le dije que hiciese lo que quisiera, que se llevara el coche pero que no me disparase. la policía pasaba por allí, y al ver al hombre con la pistola se acercaron y le apuntaron. El hombre al ver que le apuntaban me disparó en mi tripa y todo se convirtió en un caos.

* * *

Abrí los ojos, y veía todo blanco, pensaba que estaba muerto, y de repente ví un pequeño rostro conocido, me tocó la cara y me dijo que todo había pasado, me acercó dos pequeños bebes, y los cogí con mis brazos, eran mis hijas.
Solo pude llorar y volver a cerrar los ojos mientras Lucía me besaba.






PD: espero que os haya gustado.

No hay comentarios: